Diego y Marta, teneis libres todos los puentes de diciembre, lo escojo yo a dedo.y como a Diego y Marta les venía de PM tener libres esos días todo fue alegría y felicidad. El miercoles al salir del trabajo Diego (o sea yo) puso rumbo a Vigo. Una vez allí el jueves y el viernes me dedique basicamente a rascarme las narices y comprar alguna cosilla. El viernes por la noche jugamos en casa al Monopoly y mi hermana demostró que la Oca no es el único juego de mesa al q se puede ganar solo con suerte.
Lo bueno empezó el sábado, día en el que quedamos para jugar nuestra pachanga de fútbol sala semanal despues de quedar con mi queridísimo tutor de proyecto (mensaje subliminal: estimado tutor, si está leyendo esto ¿por que no escribes tu la memoria por mí? Sería un favor inmenso, de veras. Te lo agradeceré haciendote una tortilla de patata). En la changa yo mismo con mi mecanismo y en jugada fortuita conseguí torcerme el tobillo produciendome gran dolor y un hinchazón tipo pelota-de-tenis, de este modo tuve que apartarme del terreno de juego para no entorpecer a mis compañeros. Una vez en casa, y dado q mis padres se habían ido sabado y domingo a la aldea, resolví el propblema mediante el método esto-se-arregla-con-un-poco-de-trombocid-y-una-venda. Y nada, a comer y rumbo a Coia, que había quedado con Cris (no confundir con Cris la novia de Anxo, del post anterior) para sacar unas fotos por Castrelos. Fue una tarde agradable paseando por el parque mientras aguntaba el dolor que empezaba a aparecer en la zona del pie. El parque está muy bonito ahora, con la pista de hielo que han puesto en el auditorio, pero la pena es que ya estaba un poco oscuro y las fotos no salieron todo lo bien que querríamos.

Y al volver a casa me quité la venda y me encontré con que ya había desinchado el tobillo, y donde antes había una pelota de tenis ahora tenía un manchurron de color morado.

Ante esta imagen opté por no salir el sabado y el domingo fuí al Celta y a tomar algo, pasandome el resto del tiempo en casa de reposo.
El lunes fuí al hospital ya en Santiago (hasta donde conduje yo solo) donde me tuvieron de 19:45 a 1:15. Pero como no quiero hablar mal del sistema sanitario lo dejaré en que me diagnosticaron esguince de segundo grado y me pusieron una férula, al menos hasta el lunes que viene que iré al trumatólogo. El resto de la semana básicamente fue abusar de la buena voluntad de Marta y conducir hasta el trabajo cuando pude.
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