martes, diciembre 04, 2007

High Fidelity (Alta Fidelidad)

Se dice que a la gente a la que le apasiona la música no le cuesta describirse a través de canciones; y que para expresar su estado de animo pueden limitarse a ponerte una canion de Radiohead, Scissor Sisters o Blur (léase Ivan Ferreiro, Muchachito o Maga si queremos expresarnos en castellano), según el momento, y las palabras sobrarán.

Pues bien, a mi, aunque también me interese la música, lo que me gusta más que nada es el cine (al menos en las etapas de mi vida en las que no tengo novia). Y si bien para diferentes estados de ánimo concretos seguramente necesitaría diferentes películas, prácticamente todos ellos están recogidos en esa pequeña joya titulada High Fidelity, de Stephen Frears.

Siempre que alguien me pregunta cual es mi película favorita recurro a Alta Fidelidad. Y la verdad, la mayoría d ela gente se queda sorprendida. Supongo que es más normal que te respondan El Padrino, o El Señor de los Anillos o Big Fish. Pero lo cierto es que prefiero esta historia sencilla, sobre el dueño de una tienda de discos y su historial amoroso, que descubrí en los Multicines Norte de Vigo una noche que no tenía nada mejor que hacer que ir al cine, y no se nos ocurrió otra cosa que ver a Odilo y a mí. Fue esa una buena semana en lo que respecta a mis visitas al cine, ya que recuerdo que también fuímos al estreno de Gladiator en el (difunto) Cine Fraga, un par de días antes. Y no solo sorprende que elija esta película por su sencillez, sino quer también hay mucha gente a la que simplemente no le gustó High Fidelity. La verdad es que no puedo evitar quedarme a cuadros cada vez que lo oigo. Lo siento. Se que es normal, que para gustos hay colores y que seguramente la película no sea para tanto (de hecho en el IMDb tiene un miserable 7'6, lo cual la deja bastante por debajo de las peliculas que engrosan el famoso Top 250 de esta web -en estos momentos el último puesto lo ocupa The Man Who Shot Liberty Valance de John Ford con un 8'0-), pero entendereis que se me haga raro que no le guste a todo el mundo teniendo en cuenta que yo no me canso de verla.

¿Y por qué me gusta tanto esa película? Esa es la pregunta que ha motivado realmente este post. La verdad es que es una película bien hecha. Con un ritmo envidiable, una banda sonora estupenda y un plantel de actores sobresaliente. Los dialogos son de los mejores que no ha escrito Woody Allen en los últimos años y los personajes secundarios estan bien desarrollados y no dan la sensación de estar ahí para rellenar metraje. Y sin embargo ninguna de estas es la razón de mi amor por esta película. No. La principal razón de que 7 años después siga revisitando Alta Fidelidad con cierta frecuencia, y siga sin poder apartar los ojos de la pantalla es su protagonista, Rob Godon, interpretado por John Cusack. Ningún otro personaje al que haya visto en el cine provoca en mi la misma empatía. Sin duda refleja a la perfección mis inseguridades y miedos, mis manias y defectos (algunos de ellos) o la forma que tengo de afrontar las relaciones, tanto las amorosas como con mis amigos.

Desde luego yo no hago constantemente las listas de mis 5 principales ni dejé la carrera por culpa de Catherine Zeta-Jones, pero cada vez que hay en mi vida algún cambio importante vuelvo a ver la película para poder disfrutarla desde un nuevo punto de vista. Y me agrada ver que, aunque siempre descubro algo nuevo, Rob sigue siendo ese personaje con el que me identifico. Y eso me resulta confortante, ya que no hace otra cosa que demostrar que pase lo que pase, y pese a todos los cambios y nuevas situaciones a las que me enfrente, sigo siendo el mismo.



Fotografias de High Fidelity
Trailer de High Fidelity

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Diego!!
Qué tal andas?? Soy Manuel, el tudelano que conociste en Delft. Acabo de entrar en tu blog por primera vez y me han chocado mucho tus comentarios sobre Alta Fidelidad porque a mí también me gustó mucho esa peli. Soy un poco lo peor por decirte esto después de no haberte dado señales de vida desde hace meses, pero quería hacerte ver que no eres el único al que le parece un peliculón como la copa de un pino.

Nada más, a ver si me animo a hacer yo también mi propio blog.

Un abrazote.
Manu